El viernes pasado fuimos al Circo del Sol (Sevilla) y nos acompañó Álvaro, el mayor de mis tres hijos (es el mayor pero tiene sólo 6 años y medio). No es la primera vez que vamos a verlos aunque si la primera que nos ll
evamos a uno de nuestros pequeños. Cuando fuimos hace 2 años pensamos que la puesta en escena podía producir algunos miedos a los pequeños, y no nos equivocábamos, porque el otro día más de un niño empezó a llorar cuando aquello comenzó. Álvaro alucinó con tanto espectáculo a su alrededor. Lo que más le gustó fué ver que había niños actuando que podían tener su edad, y éso como supongo casi a todos los de su quinta, le produjo alegría, sorpresa e incluso envidia, sana, pero envidia.
evamos a uno de nuestros pequeños. Cuando fuimos hace 2 años pensamos que la puesta en escena podía producir algunos miedos a los pequeños, y no nos equivocábamos, porque el otro día más de un niño empezó a llorar cuando aquello comenzó. Álvaro alucinó con tanto espectáculo a su alrededor. Lo que más le gustó fué ver que había niños actuando que podían tener su edad, y éso como supongo casi a todos los de su quinta, le produjo alegría, sorpresa e incluso envidia, sana, pero envidia. 
El vestuario, maquillaje, puesta en escena, sonido, iluminación, música...todo! absolutamente todo es fantástico. Además como cualquier circo que se precie también tienen sus payasos, pero no esos convencionales con nariz roja y peluca amarilla, no no, mucho mejores (con el respeto de los demás). No sé de qué pais serían (ya sabéis que es un circo multicultural) pero graciosos son un rato. Hacer reir no es fácil, pero entre tanto espectáculo maravilloso, que aún nos queden ganas de volverles a ver, es que o son muy buenos o estábamos muy necesitados de echar un buen rato. Eso si, es un ESPECTÁCULO con mayúsculas. Aconsejo que todo el que pueda vaya a verlos, cuando lo haga, no le va a resultar alto el precio que pagó por estar allí.
Para muestra un botón.
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