miércoles, 17 de diciembre de 2008

SI QUEREMOS QUE NOS ESCUCHEN, HABLEMOS.

No hay nada peor en el mundo que la desidia, la dejadez. No nos quejemos si la maquinaria no funciona, porque me parece que hacemos poco para que no falle. Todos tenemos un papel importante en esta sociedad, por pequeño que parezca aunque seas un extras, ¡pero estás!. Y ésto nos reporta muchos derechos, beneficios, bienestar...¡como lo quieras llamar!, pero por supuesto también nos obliga a ciertas cosas más o menos importantes. Pero si a nuestros hijos les enseñamos a ser unos pasotas (según RAE: INDIFERENCIA ANTE LAS CUESTIONES QUE IMPORTAN O SE DEBATEN EN LA VIDA SOCIAL) si ellos reciben ese pasotismos, no les podremos exigir jamás casi nada, simplemente porque se estará repitiendo el patrón de sus padres, estarían haciendo justamente lo que ellos les enseñaron, A PASAR DE TODO. No estoy libre de pecado, soy imperfecta por naturaleza, pero me esfuerzo todo lo que puedo, sobre todo, por transmitirle a mis hijos unos valores y a que aprendan que todo trabajo tiene su recompensa, y sobre todo a que no se tapen los ojos y miren hacia otro lado.
Si queremos un mundo mejor, trabajemos; si queremos que nuestros hijos luchen, luchemos; si queremos que nuestros hijos sean buenas personas, seamos bondadosos; si queremos un mundo más justos, seamos ecuánimes. Pero sobre todo movámosnos, hagámosnos escuchar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como decimos en Espartinas:
¡Has dicho la biblia!