sábado, 6 de diciembre de 2008

LA BANDA DE SONORA DE MI VIDA



¿Qué podríamos hacer sin música? Quiero pensar que cada individuo tiene banda sonora en su vida, que se va adaptando según las circunstancia del personaje principal de la película de su vida.
Mi banda sonora a veces es el motor que hace que la máquina esté perfectamente engranada, que cada elemento funcione en su preciso momento, haciendo que eleve mi estima cuando ni siquiera sé si tengo; dándome un empujón cuando necesito la seguridad que me exigen momentos críticos; apaciguando mi espíritu cuando en mi cabeza solo escucho ruidos; erosiona las esquinas de las aristas que se producen en la vida cotidiana, dejándolas curvas, finas, suaves; hace que saque el lado bonito del día a día; me produce pellizcos en el estómago y me pone la piel de gallina.
La música amansa a las fieras. ¿Y no somos fieras de asfalto?
La banda sonora que me acompaña normalmente tiene sones flamencos. El problema es que se me van los brazos, el cuerpo, los pies, y desgraciadamente en este mundo de locos en el que el tiempo va a contra reloj, es un lujo poderme parar si quiera un segundo.
Os animo a todos a que pongáis banda sonora a vuestras vidas. No cuesta nada, y ganamos mucho.

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