sábado, 29 de noviembre de 2008

NO A LA PENA DE MUERTE


Me parece imposible pensar que todavía existan (y se siguen uniendo paises a esta lista) paises en donde un grupo de personas deciden que pueden quitarle la vida a otra, que son dueños de sus vida y que por supuesto lo hacen en representación de todos los ciudadanos, dignos o no, respetables o no. Afortunadamente nunca me he encontrado en una situación límite en la que a un ser querido le hayan podido hacer algo o haberle quitado la vida. Por supuesto hablo desde el desconocimiento del sentimiento que debe producir una situación semejante. Pero quiero pensar que llegado a ese punto, mi mente, mi corazón o quién sabe qué no va a desear tal aberración. Por supuesto que con estas letras no justifico ni amparo en absoluto al delincuente, al asesino, a la mente desbravada, pero por supuesto tampoco querría tener un comportamiento como el suyo. Aquella persona que agarra el boli y firma una sentencia de muerte, ¿quién es para poder decidir si quita o no la vida a otra? Me parece brutal. De las personas, "curritos" que materializan la condena ¡ni hablo!, mira que hay trabajos complicados, duros, estrambóticos pero y éste ¿cómo podemos definir este trabajo, en qué pensarán cuando lo desarrollan?


Las personas que han hecho daño por poco que sea, deben cumplir la condena que les correspondan y por supuestos a los que están condenados a pena de muerte en todo caso que cumplan cadena perpetua, pero en toda la extensión de la palabra, que según la RAE significa "que dura y permanece para siempre" ¡PERO PARA SIEMPRE!, nada de reducciones de condena por buena conducta ni pamplinas, perder la libertad (el bien más preciado) ¡y punto!.


Adjunto el enlace de Joaquín José Martínez, español que estuvo condenado a pena de muerte. Podréis ver la otra cara de la moneda. Además actualmente hay más españoles esperando en el corredor de la muerte, ahí podréis leer más sobre ello. Por cierto que anoche en la Plaza Nueva de Sevilla, frente al Ayuntamiento recogían firmas Amnistía Internacional para sacar de esta situación a Pablo, uno de ellos. Por supuesto, firmamos.


NO A LA PENA DE MUERTE


http://www.joaquinjosemartinez.com/penademuerte.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

La pena de muerte, en mi opinión debería ser erradicada de todos los códigos penales, básicamente por dos cuestiones:
Una de orden moral: nadie en el más amplio sentido, debe estar legitimado para arrebatar una vida humana.
Otra de orden práctico: la tremenda frecuencia, junto a la imposibilidad de la reparación en este caso, en los errores de la administración de justicia.

Por otra parte, la sociedad tiene el derecho y la obligación de separar de ella a sus miembros que no esten capacitados para la convivencia.Esa separación ha de servir para la reeducación y con ella para la reinserción de los que han delinquido.
Sin embargo, en ocasiones, lo execrable de los crímenes o la naturaleza del que los comete hace que esa reinserción sea imposible o muy poco probable, con lo que la sociedad ha de seguir protegiéndose de esas personas. Especialmente vigilante ha de estar con quien atenta contra los más débiles o lo hace indiscriminadamnete o hace del terror sus argumentos.
Por lo tanto Luz, me sumo a tu postura:
No a la pena de muerte.
Cumplimiento íntegro de las penas en casos de terrorismo y pederastia.