domingo, 23 de noviembre de 2008

LA EDUCACIÓN DE NUESTROS HIJOS


¿Cómo se hace Dios mio? Me parece harto complicada la empresa que tenemos por delante los padres, EDUCAR A NUESTROS HIJOS. Asimismo, a veces me resulta difícil identificar la linea que separa el ser permisivo del ser estricto, hace que me desoriente, y que por tanto ellos puedan ganar la batalla diaria ¡y eso no puede ser!. Y no lo digo por mi, sino porque quiero hacerlo lo mejor posible, sencillamente porque ellos tienen derecho a recibir una “buena educación”. En la época de nuestros padres estas reflexiones eran impensables, simplemente porque ellos eran los que sabían, y las cosas se hacían así porque sí, y nada más, ni remordimientos, retrocesos o algún ápice de vuelta atrás. Sin embargo cualquier cosa que hacemos con respecto a nuestros pequeños lo ponemos en una tabla de medir y valoramos, nos evaluamos constantemente. Eso está bien pero también agota y no nos permite relajarnos ni un segundo.

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